lunes, 16 de julio de 2007

LA PARROQUIA “ROJA”.

LA PARROQUIA “ROJA”.

Parroquia de San Carlos Borromeo. Tres curas rojos. El Obispado de Madrid emite un nuevo comunicado de prensa llamándolos al orden. Esto parece el cuento de nunca acabar ¿ No está ya bien?. Los laicos estamos cansados, hartos y aburridos de tanto clérigo progre y de tanto ateo blasfemo.

La Iglesia es una sociedad con un componente humano y otro divino. Por la parte humana es una sociedad obligada a regirse por normas específicas ante la sociedad, como no puede ser de otra forma. A esas normas o leyes deberíamos atenernos todos sin componendas de ningún tipo.


¿Cómo actúa cualquier asociación, empresa o grupo?

Siempre y en primer lugar, obedeciendo a sus superiores : Al general en el ejercito; al alcalde en el ayuntamiento; al patrono en la empresa; al obispo en la Iglesia;…Si no hay obediencia, no hay empresa. En consecuencia, los sabios de turno y los rebeldes de pacotilla son puestos sin miramientos de patitas en la calle.

¿Qué los tres curas en cuestión quieren una Iglesia a su gusto? Muy bien, que se marchen, pero que no traicionen sus compromisos ni a los fieles.

La rebelión en el ejército en tiempos de guerra se castiga con la muerte. En el mundo empresarial se los despide y quedan con el culo al aire; en la política, simplemente “no salen en la foto” Sin embargo, parece ser que solo a la Iglesia se la puede chulear sin ningún tipo de consecuencias y con el aplauso del respetable. Mantener a los rebeldes en sus puestos tras haber agotado todo diálogo, no han servido mas que para fortalecerlos, provocar escándalos y deteriorar gravemente a la Iglesia.

En ciertos casos, la prudencia, la caridad y la paciencia se convierten en tapaderas de la cobardía o de la ineptitud de los gobernantes. Llegado el momento, Jesús cogió el látigo y corrió a los listillos a latigazos. Los echó del templo. Si tenemos que tener enemigos tengámoslos en la acera de enfrente, nunca dentro de nuestra casa.

El chuleo que estos ¿curas? se traen con su Obispo y con la Iglesia ha rebasado todos los límites. Sobran motivos para excomulgarlos - traducción laica de ponerlos de patitas en la calle-, y que ellos , estamos en democracia, creen su secta particular. No pasa nada. Ya existen más de treinta mil sectas.

La Iglesia tiene, además, un componente divino: su victoria sobre el mundo está asegurada, pues Cristo prometió: “Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos” Y El Papa remachó : “No tengáis miedo”. ¡Ánimo! Limpiemos la casa de Dios de falsos Mesías.

Mérida ( España) 14 de julio de 2007

Alejo Fernández Pérez

Alejo_fp@terra.es

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